9/6/10

Qué es la Semana Mundial del Parto Respetado?

Qué significa tener un parto respetado?

La semana del parto respetado se viene celebrando en distintos países desde el 2004, por iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado.
En Latinoamérica el movimiento de parto respetado es llevado adelante por La Red Latinoamericana y del Caribe para la Humanización del Parto y el Nacimiento (RELACAHUPAN) es un conjunto de redes nacionales, agrupaciones y personas que propone mejorar la vivencia del parto y la forma de nacer.
Esta red esta representada en Argentina por la ONG Dando a Luz
Dentro de estas concepciones existe una gama muy amplia de temáticas a desarrollar, y en este sentido cada año la SMAR tiene el acento puesto en un tema diferente. En 2004, el eje fue la episiotomía, en 2005 las posiciones para parir, en 2006 el tiempo para nacer y el año pasado fue el entorno amoroso durante el parto.
Este año el énfasis será visualizar la inutilidad de la separación del bebé de su madre y padre luego del nacimiento.
Todas las actividades que se realizan en el marco de la SMAR están vinculadas a la concientización acerca de los derechos de las mujeres a la hora de dar a luz, y la importancia de garantizar nacimientos seguros, naturales y durante los cuales la madre goce de absoluta libertad. El parto respetado es un parto donde la prioridad es la libertad de movimiento y postura, respetando la fisiología femenina dando el tiempo que necesite para el nacimiento.
Cuando hablamos de humanizar estamos hablando de la necesidad de devolverle al nacimiento su verdadero sentido, protagonizado por la mujer que pare, el hijo/a que nace y el hombre que acompaña, respetando los tiempos de la naturaleza que son distintos en cada mujer, y cuando los verdaderos protagonistas viven este momento con la entrega que se requiere, la intervención de las/os profesionales, será sólo de acompañar sin intervenir.
Dar a Luz plenamente es posible si le devolvemos a la mujer la seguridad perdida, preparándola para un nacimiento en un lugar que ella escoja y que le de seguridad, rodeándola de un ambiente cálido, acompañada por las personas que forman su núcleo de amor y amistad y dejándola asumir la tarea de acuerdo a sus creencias y necesidades.
La institucionalización de los partos ha hecho que se sistematicen una serie de controles y procedimientos sobre la mujer y el bebé sin evaluar el estado de salud de cada individuo y sus necesidades particulares, transformándose en rutinas; que suelen ser molestas, dolorosas y potencialmente riesgosas aplicándose sin justificación científica por costumbre del equipo de salud o que sigue pautadas que no han sido revisadas y actualizadas.
El proceso del trabajo de parto y nacimiento es diferente en cada mujer y cada bebé, es diferente en los aspectos tanto físicos como emocionales, diferente en su desarrollo temporal. Es necesario respetar el tiempo que cada mujer y cada bebé necesita para parir y nacer.

Tomado de la Red Latinoamericana para la Humanización del Parto y el Nacimiento.